Un estudio del ibs.GRANADA revela que la terapia hormonal mejora la salud ósea y cardiovascular de las mujeres con menopausia tras 20 años de tratamiento
Los resultados de esta investigación ponen en cuestión las conclusiones del estudio ‘Women’s Health Initiative’, que alertaba del riesgo de cáncer de mama en mujeres que siguen este tratamiento, provocando la suspensión de la terapia en muchos casos
Un estudio desarrollado por investigadores del Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada (ibs.GRANADA), la UGR y la Unidad de Menopausia del Hospital Clínico Universitario San Cecilio de Granada ha puesto de manifiesto que la terapia hormonal para paliar los síntomas de la menopausia mejora la salud y la calidad de vida de las mujeres que siguen este tratamiento de forma prolongada en el tiempo.
Desde su aprobación por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de los EE. UU. en 1942, la terapia hormonal se ha utilizado para tratar los síntomas vasomotores y el síndrome genitourinario de la menopausia, así como para prevenir la pérdida de masa ósea y las fracturas en las mujeres menopaúsicas. Esta investigación ha estudiado los efectos de la terapia hormonal durante un periodo prolongado de tiempo, ya que, hasta ahora, la seguridad, las consecuencias y la dosis de la terapia hormonal a largo plazo para mujeres posmenopáusicas no estaban claras.
El estudio, impulsado y puesto en marcha por el catedrático de la Universidad de Granada José Luis Cuadros López, director de la Unidad de Menopausia del Hospital Universitario San Cecilio durante más de 30 años fallecido en 2022, ha analizado la evolución de los resultados de la terapia, tras 20 años de tratamiento, en mujeres con menopausia que han sufrido la extirpación del útero.
La edad es, además, uno de los principales factores de riesgo en las mujeres con menopausia para presentar alteraciones en el perfil lipídico, sufrir hipertensión, fracturas óseas e incluso cáncer, por lo que es importante poder comprobar los efectos de la terapia en edades más avanzadas. La media de las mujeres participantes en este estudio, tras los 20 años de terapia hormonal, es de 67,1 años.
Beneficios para la salud ósea y cardiovascular de las mujeres
Los resultados del estudio revelan que el seguimiento de la terapia durante estos 20 años se tradujo en beneficios para la salud ósea y cardiovascular de estas mujeres, mejorando su calidad de vida.
La investigación ha permitido evaluar el efecto de la terapia hormonal a largo plazo, ya que el debate sobre los beneficios y efectos secundarios negativos de la misma hace que la recomendación general sea administrarla durante un periodo inferior a 5 años, un tratamiento que resulta insuficiente, especialmente para las mujeres con menopausia precoz. En las mujeres tratadas durante el estudio, la dosis inicial de estradiol transdérmico se redujo a la mitad cuando cumplieron los 60 años. Se analizaron variables demográficas, cardiovasculares y metabólicas, así como la densidad ósea y la calidad de vida de forma anual en todas las mujeres participantes.
La puntuación media del índice de Kupperman, que mide los síntomas característicos de la menopausia, disminuyó tras la terapia hormonal, mejorando en todos los casos la calidad de vida de las mujeres tratadas. Se observó una mejora del perfil lipídico, una reducción del colesterol total, del LDL-colesterol y el VLDL-colesterol, y un aumento del HDL-colesterol. También se detectó un incremento de la densidad vertebral, sin presencia de fracturas en la cohorte. Todos estos efectos se mantuvieron incluso al disminuir la dosis de estradiol a partir de los 60 años, poniendo de manifiesto que, incluso con esa reducción, la terapia sigue aportando importantes beneficios, y que estos superan los riesgos asociados en mujeres que inician el tratamiento antes de los 60 años o, al menos, dentro de los 10 años posteriores al inicio de la menopausia.
Cuestionamiento del estudio “Women’s Helth Initiative”
Además de los datos obtenidos en cuanto a la mejora de la salud tras los 20 años de terapia hormonal, el estudio revela también que tan sólo un 0,02% de las mujeres participantes abandonaron el tratamiento como consecuencia de un cáncer de mama. Estos resultados plantean dudas considerables sobre la validez de las conclusiones del estudio “Women’s Health Initiative” (WHI), que advertía de un mayor riesgo de padecer cáncer de mama entre las mujeres que seguían terapia hormonal, lo que hizo que muchas la suspendieran tras su publicación.