Investigadores del ibs.GRANADA confirman que un contaminante presente en alimentos grasos aumenta el riesgo de cáncer
Un estudio internacional en el que participa el grupo A-15 Oncología Básica y Clínica del Instituto de Investigación Biosanitaria ha demostrado que la exposición a un contaminante químico denominado PCB-153 se asocia con el riesgo de padecer cáncer en los varones. Este compuesto, prohibido en España desde los años 80, está presente aún en muchos alimentos ricos en grasas, como los pescados grasos de gran tamaño (atún, salmón o pez espada), debido a su elevada resistencia a la degradación, ha informado hoy la Universidad de Granada en una nota.
En este trabajo participan diversas instituciones incluidas en el Instituto de Investigación Biosanitaria ibs.GRANADA, entre ellas la Universidad, el Complejo Hospitalario Universitario de Granada y la Escuela Andaluza de Salud Pública, además de un investigador del Bispebjerg University Hospital (Dinamarca). Según el autor principal del estudio, Juan Pedro Arrebola, del Instituto de Investigación Biosanitaria, hoy día existe una tendencia creciente en la incidencia de diversos tipos de cáncer, “en parte atribuida a la influencia de factores medioambientales como la exposición a ciertos contaminantes químicos”.
El objetivo de este estudio fue analizar si la exposición a ciertos contaminantes químicos, acumulada a lo largo del tiempo, podría estar relacionada con el riesgo de padecer cáncer. Para ello, los científicos analizaron los niveles acumulados de un grupo de contaminantes en la grasa de 368 hombres y mujeres adultos, residentes en la provincia de Granada, y recogieron la incidencia de cáncer a lo largo de los nueve años posteriores al reclutamiento.
“Al cabo de ese tiempo encontramos que, entre los hombres, la exposición acumulada a un contaminante llamado PCB-153 se asoció positivamente con el riesgo de padecer cáncer”, ha indicado. El PCB-153, explica el investigador, pertenece a un grupo de compuestos químicos llamados Bifenilos Policlorados (PCBs), que fueron ampliamente utilizados en diversas aplicaciones industriales, incluyendo transformadores eléctricos, condensadores industriales, sistemas hidráulicos, o plaguicidas, e incluso como componentes de material plástico.
Pese a que su uso fue prohibido en España durante los años 80, estos compuestos siguen presentes tanto en el medioambiente como en la mayoría de las personas debido a su elevada resistencia a la degradación, así como en equipos obsoletos. Se estima que los alimentos grasos son la principal vía de exposición a PCBs en la población general, por lo que niveles elevados de este componente podrían ser, en parte, indicadores de una alimentación rica en grasas, señala el investigador.
También se sospecha que los PCBs podrían provocar cáncer a través de diversos mecanismos, que incluyen su interacción con receptores hormonales de estrógenos y andrógenos, la producción de radicales libres o con el ADN. El grupo de investigación continuará con el seguimiento a este grupo de personas para comprobar si los resultados preliminares se mantienen tras un tiempo de seguimiento mayor.