Investigadores del ibs.GRANADA y de Torrecárdenas publican un estudio sobre la distribución del riesgo del cáncer colorrectal en España
Investigadores del Hospital Universitario Torrecárdenas, pertenecientes al grupo de investigación en Cáncer Colorrectal, han publicado recientemente en la prestigiosa revista BMC Cancer un trabajo titulado: Spatial and temporal variations in Spain in the standardised ratio of in-hospital mortality due to colorectal cancer, 2008-2014,en el que abordan un método que permite comparar las muertes reales ocurridas en los pacientes intervenidos de cáncer colorrectal con aquellas que serían las esperables según su gravedad.
“Se trata de una metodología que confronta lo real (observado) con lo esperable a través de las estimaciones realizadas mediante modelos de predicción estadística”, según ha explicado el doctor e investigador principal del estudio, Juan Manuel García Torrecillas.
El proyecto, financiado por el Instituto de Salud Carlos III de Madrid, está integrado fundamentalmente por investigadores del Hospital Universitario Torrecárdenas y cuenta con la colaboración de investigadores del Registro de Cáncer de Granada en la Escuela Andaluza de Salud Pública, el área de metodología y estadística de FIBAO en Almería, del ibs.GRANADA y del CIBER de Epidemiologia y Salud Pública.
Esta metodología de uso frecuente en Australia y los Países Bajos, especialmente para detectar posibles alteraciones en la calidad de la atención entre hospitales, ha sido aplicada por primera vez en nuestro país y concretamente en Comunidades Autónomas y no en hospitales como unidad de análisis.
De este modo, los autores han podido realizar por primera vez un mapa espacial y temporal de las “discordancias entre los fallecidos reales y los esperables en nuestro país; así han detectado, año a año, en qué zonas geográficas de España es necesario incidir por si estuvieran ocurriendo problemas de sobremortalidad, aunque también nos informa de zonas donde la mortalidad es muy inferior a la esperable”, ha explicado el doctor García Torrecillas.
Primera vez en España
Los modelos matemáticos aplicados por el grupo de investigación liderado desde el Hospital Universitario Torrecárdenas, con la colaboración de la Escuela Andaluz de Salud Pública, permiten conocer desviaciones en rangos elevados pero no alarmantes y otras desviaciones “donde es imperioso averiguar si existe sobremortalidad en estos procesos”.
De este modo los autores, y según estos modelos, han llegado a la conclusión de que Andalucía, Extremadura, Valencia, Asturias, País Vasco y Canarias tienen cifras de mortalidad esperada, según las estimaciones que debieran ser objeto de estudio en detalle para valorar si realmente se confirma un problema de sobremortalidad.
Del mismo modo se han localizado comunidades donde la mortalidad es muy inferior a la esperable, tal es el caso de Navarra, Cataluña y Madrid. En el resto de la geografía española, la mortalidad se mantiene dentro de los márgenes que las ecuaciones predictivas estiman como en rango de normalidad o esperable.
Corredor Norte-Sur
Otro de los hallazgos de interés en este trabajo es “la discordancia entre comunidades con menores muertes observadas, según las tasas oficiales pero que presentan una mortalidad esperable más elevada según los modelos “utilizados” ha señalado el doctor García Torrecillas.
De este modo se puede” afirmar que hay un corredor Norte-Sur en España con baja mortalidad por cáncer colorrectal (con Navarra, Aragón, Castilla La Mancha, Madrid, Murcia y Andalucía) “donde hay una menor prevalencia de fallecimientos pese a que el riesgo esperable pueda ser mayor en varias de ellas”.
Esta no correlación entre muertes reales acaecidas y muertes esperables “está ya dando lugar a nuevas publicaciones donde los autores pretenden obtener un score de riesgo de mortalidad por cáncer colorrectal, enteramente español, y que se pueda poner en manos de los profesionales sanitarios donde será de una inestimable ayuda”.
Finalmente, inciden desde el grupo de investigación, que si bien los resultados son producto de modelos teóricos validados internamente, siempre es necesario confirmar los desbalances encontrados mediante estudios sobre el terreno que confirmen los hallazgos.