Investigan una proteína que mejora la eficacia de la quimioterapia
La investigadora María Ángel García Chaves, recientemente premiada por la Real Academia Nacional de Farmacia, lidera un proyecto que estudia la denominada proteína quinasa “PKR” que permitiría conocer, con carácter previo a la quimioterapia, la eficacia de este tratamiento frente al cáncer. Esta doctora, perteneciente a la Unidad de Gestión Clínica de Oncología del Complejo Hospitalario Universitario de Granada, trabaja desde hace años en el descubrimiento y mecanismo de acción de esa proteína hasta sus implicaciones clínicas y terapéuticas.
En concreto, ha estudiado el mecanismo de acción y regulación de la “PKR” en el Centro Nacional de Biotecnología de Madrid y en el Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada (ibs.GRANADA). El objetivo es poner de manifiesto la importancia que esa proteína tiene como diana molecular de fármacos quimioterapéuticos convencionales y de nueva síntesis y su potencial como biomarcador y diana terapéutica en enfermedades como el cáncer y otras neurodegenerativas y autoinmunes.
Tras su inicial trabajo en diferentes laboratorios, ha logrado trasladar su análisis a pacientes, lo que se denomina investigación “traslacional” para alcanzar así una medicina más personalizada. Según explica, la “PKR” es una proteína que responde al estrés celular y que, en pacientes con cáncer, es en buena parte responsable de que las células tumorales se mueran cuando se les aplica un tratamiento de quimioterapia.
A través de dos proyectos concedidos por la Junta de Andalucía y el Instituto de Salud Carlos III, García Chaves pretende estudiar cómo se encuentra esa proteína en los pacientes de cáncer, en concreto los de colon, que responden o no a la quimioterapia. La presencia de esa proteína varía mucho dependiendo del paciente, de ahí que la investigación pretenda relacionar su estado con la respuesta del paciente a la quimioterapia.
Si del análisis logran validarse las hipótesis planteadas, el objetivo futuro sería desarrollar un “kit” comercial que permitiera un test genético basado en la referida proteína y conocer así, gracias a esa prueba, si el paciente va a responder o no a la quimioterapia. Todo esto evitaría al enfermo de cáncer los efectos secundarios negativos en caso de que este último tratamiento no le resultara eficaz y buscar, en cambio, otras alternativas terapéuticas.
“Hemos visto que las líneas celulares que no tienen esta proteína no responden a la quimioterapia, no les hace nada. Ahora queremos ver si los pacientes que no la tienen o la expresan poco responden a ese tratamiento”, señala.
El proyecto también quiere ver otros biomarcadores, los denominados “microRNAs” en sangre, que también permitirían mediante un simple análisis predecir la respuesta del paciente al tratamiento.