Granada lidera una iniciativa nacional para que los niños con cáncer congelen su esperma
Fundaciones, profesionales sanitarios y asociaciones celebraron el pasado lunes el Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer Infantil. En España, cada año se diagnostican 1.400 casos nuevos de tumores pediátricos -hasta los 18 años-, el más frecuente de ellos la leucemia, seguida de los del sistema nervioso central y de los linfomas. En oncohematología del hospital Materno Infantil de Granada se detectan al año una media de 30 nuevos casos de chavales con cáncer, en la unidad de día son atendidos de seis a ocho niños cada jornada y en las consultas externas, 20 críos a la semana.
Uno de cada 500 menores granadinos desarrollará esta enfermedad antes de los 15 años, según un reciente estudio de la Escuela Andaluza de Salud Pública. Todos pasarán por el área de oncología infantil de la provincia, que actualmente se ubica en el Materno de la capital, en concreto en la séptima planta, donde los mimos son extremos e incluso existe un pequeño colegio para los afectados, que suelen tener ingresos hospitalarios largos. Tres doctoras especializadas en tumores pediátricos se ocupan de que los pacientes reciban el mejor tratamiento y se evadan del proceso médico.
Precisamente porque la alianza entre los fármacos, los especialistas y sus pacientes permite cada día mejores cuotas de supervivencia, ahora se plantea preservar la fertilidad de los niños con cáncer, para que puedan ser padres cuando lleguen a mayores, ya que los tratamientos de quimioterapia y radioterapia disminuyen «entre un 10 y un 20%» la fertilidad de los pacientes, explica José Antonio Castilla Alcalá, médico embriólogo de la unidad de reproducción asistida del hospital Virgen de las Nieves e investigador del Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada.
El doctor granadino también trabaja en la entidad privada Ceifer (Centro de estudio e investigación de la fertilidad) y en el seno de esta ha realizado el proyecto sin ánimo de lucro “congelaparaelfuturo.org”, junto a los Servicios de Ginecología y Psiquiatría del hospital universitario Quirón Dexeus, de Barcelona. Ese recurso facilita el procedimiento de recogida y congelación de semen a pacientes jóvenes de toda España y a sus familias, utilizando un lenguaje fresco y desenfadado y le muestra al protagonista todos los pasos a seguir, a la vez que resuelve sus principales dudas e inquietudes. «Un grupo de expertos hemos elaborado el proyecto e indicamos los puntos donde se puede realizar la criopreservación. En Granada, por ejemplo, se puede escoger el hospital Virgen de las Nieves, claro», apostilla el experto, quien recalca que son técnicas sin coste alguno para el afectado.
La oenegé inglesa Teenage Cancer Trust, dedicada al cuidado y soporte de niños, fue la primera entidad en el mundo que hace dos años elaboró material para informar al adolescente sobre la opción de criopreservación. Ahora ha salido a la luz el proyecto granadino -en colaboración con Barcelona- con idéntica finalidad. Este remite a una red de centros españoles donde se puede ayudar y congelar el esperma de los pacientes más pequeños, de 11 y 12 años. En ellos está el reto. «Con los de 15 a 18 es más fácil y ya se venía haciendo, pero lo novedoso es empezar en edades tan tempranas. Eso además contribuye a quitar el estigma de la enfermedad y a ver perspectivas de futuro», recalca José Antonio Castilla Alcalá, de cuya iniciativa se han hecho eco hasta en Latinoamérica.
El diagnóstico del cáncer despierta en los chavales y en sus familias una gran ansiedad, de forma que no están preparados para afrontar el problema de la infertilidad y tienden a obviar la información, pudiendo precisar una intervención psiquiátrica o psicológica. Por otra parte, inciden los expertos, la gran mayoría aún no han considerado tener hijos y les cuesta pensar con realismo acerca de la infertilidad y sus posibles consecuencias; y se suma a todo ello la sensación de vergüenza al tratar temas de sexo o masturbación con los padres o con su médico. La importancia de esta iniciativa reside en la normalización.
Diagnóstico precoz
Por otra parte, todos los agentes implicados destacaron ayer que el diagnóstico precoz es fundamental para combatir la enfermedad y sobre eso giraron las reivindicaciones del colectivo. Juan Antonio Roca, presidente de la asociación granadina Aúpa, destinada a apoyar a los padres de los niños con tumores, pidió más medios en atención primaria y que se refuerce el papel y los medios con los que cuentan los pediatras de los centros de salud de cara a la detección temprana.
El concepto del cáncer pediátrico ha cambiado en los últimos años y su diagnóstico no equivale necesariamente a un sentencia de muerte. A los profesionales como la oncóloga granadina María José Moreno les gusta hablar en positivo y señalan que «de media» los cánceres infantiles en Granada tienen una supervivencia que oscila entre el 68 y el 75%. «Depende mucho del tipo de tumor que hablemos. Por ejemplo, la leucemia tiene un tasa de supervivencia del 90%, mientras que los neuroblastomas tienen un 70% de mortalidad», aclara la médico.
En este sentido, el presidente de la Sociedad Española de Hematología y Oncología Pediátricas (Sehop), Tomás Acha, afirmó ayer que, aunque los datos de supervivencia son «muy buenos», hay que aspirar a mejorarlos «aún más» hasta situarnos en las tasas del 80% de curación de los países que se encuentran en mejor situación.
Los padres y el estado de ánimo del crío juegan un papel fundamental en este mal que tiene un componente psicológico importante, tanto, que el Materno de Granada cuenta con un departamento de apoyo a las familias, con profesionales que imparten terapias y resuelven las necesidades del pequeño paciente, de sus progenitores y de sus hermanos, en el caso de que los haya.